Naftalina


Vendrás cuando tu nombre me suene a naftalina
y cuando yo no tenga ni bronca ni rencor,
cuando en mi agenda nueva no exista tu apellido
cuando ya esté cansada de hablar siempre de vos.

Vendrás cuando tu nombre no huela a primavera
cuando las cuatro cartas que están sin contestar
sean papeles viejos al fondo del olvido
y que por un descuido rompí por la mitad.

Volverás porque siempre se vuelve
cuando queda en el horno el pan sin hornear
Volverás y volverás tan tarde
que no habrá más recuerdos que te puedan salvar.

Vendrás cuando el chavón que tenías por hermano
miró a esta pobre mina llorando en el rincón,
el rincón estaba oscuro y un poco perfumado
y mi boca temblorosa pedía por favor.

Vendrás cuando la calle que es linda y traicionera
te deje un poco ciego después del resplandor
y extrañes ese abrazo al que dejaste un día
pensando que era hora de hacerte mas varón.

Volverás....