Ladrándole al infierno


Y no escucharé el silencio
que he guardado todo el tiempo, no...

Voy a soñar alguna razón
en un cruce entre el sueño y Dios.
La catedral de abismo y dolor
y un puente colgante en lo más alto estoy yo.

Y no escucharé el silencio
almacenado por condensación.

La realidad de caos y horror
vivida en la corteza del cerebro inferior.
Voy a gritar, ladrarle al agujero,
al infinito matadero interior.
Voy a espantar ladrándole al infierno
para no cortarte el cuello amor.

Voy a gritar, a espeluznar al miedo,
a engañarme el perro y el dolor.
Voy a agarrar mi vida por los pelos
y no escucharé el silencio, no..