Llanto del alma


En tan poco tiempo ya te perdí
y aún no entiendo las razones que había en ti,
para defenderte de este amor
proyectado cada día por mi corazón.

Sabrás con certeza quizás que aquella ilusión
nunca fue de los dos,
pues tú me tuviste a tu lado, con los ojos mojados
y aún así, tu orgullo no cedió.

Sumas tu pasado que te marcó
con rencores y heridas en el corazón,
le restas a eso todo mi amor
y obtendrás así la fórmula de un adiós.

Que hoy me deja tan vacío por estar distraído preparando algo más
por ti, uno de esos detalles que murieron banales y aún no sé
que fué lo que pasó.

Un adiós es un llanto del alma
y quien la tiene puede a veces consolarla,
amoldar mi amor a tu manera,
aunque lo quisiera amor,
fue lo que hizo que tu adiós me hiriera.

Sabrás, con certeza quizá, que aquella ilusión
nunca fue de los dos,
pues tú me tuviste a tu lado, con los ojos mojados
y aún así, tu orgullo no cedió.

Un adiós es un llanto del alma
y quien la tiene puede a veces consolarla,
amoldar mi amor a tu manera,
aunque lo quisiera amor,
fue lo que hizo que tu adiós me hiriera..