Óyelo bien


Rodando por el mundo, me enseñaron
Que es imposible amar, sin el olvido,
Pero antes que lo hubiera yo aprendido,
Mis ojos se nublaron de llorar,
Por eso en mi vivir, cansado de sufrir,
Que ya sabe del amor, aconseja
No, nunca le debes tu decir, a una mujer, lo que la quieres
Pues, es muy difícil comprender, el corazón, de las mujeres
Y por mas, que tu amor, se desespere,
No se debe asomar, porque se muere
Si le tienes tu veneración, a una mujer, no se lo digas
Y, jamás le formes un altar, con tu querer, porque te olvida
Mientras más, vea que la desprecias,
Mas te quera, y nunca ya, te olvidara,
Mas te quera, y nunca ya, te olvidara.