Vino añejo


No pasarás como las otras
que mi espera visitaron.
Se detuvieron un instante
y siguieron su camino
dejando sólo como huellas
memorias de dolor
por usar mi corazón
como punto de partida,
sin pensar en que el amor
corre largo y sin mentira.

Mi ayer está lleno de historia
escrita en tantas despedidas!
que el tiempo adquiere hasta la forma
de mil tristezas repetidas,
apareciste entre mi sombra
cual estrella en firmamento,
y me has hecho sentir, dentro,
que se cierran las heridas
que causaron mis intentos
por creer en otras vidas.

Quédate en mi, te ofrezco un alma
en decepciones concebida,
que con tu amor has transformado
en una casa de alegría.
Amada. Quédate conmigo,
¡que ésta vez sea diferente!
Ya no quiero continuar
por las otras amargado:
jamás merece perdón
el que nunca ha perdonado.

No pasarás,
he madurado en tu cuerpo
y tus sentidos.
Tú, pedernal en mi tiniebla,
yo, vino añejo a ti ofrecido,
Te pido, quédate conmigo
en ésta curva del camino.
Ya no me duele el pasado,
ni lamento lo perdido.
No me importa hacerme viejo,
si me hago viejo contigo.

No pasarás, por siempre te quedarás conmigo..