Ícaro


Ícaro como un pequeño dios
desafiando al sol,
y ahora yo
que soy un joven gorrión
y quiero el nido abandonar.

Y aunque a veces me asuste volar,
lejos del cobijo de un hogar,
sé que habrá un viento cálido más
para dejarme llevar.

Ícaro, como un pequeño dios
desafiando a todo un sol,
y se marchó tan alto como un vendaval,
tan lejos como una canción.

Más envidioso el sol le abrazó
derritiendo en cera su valor
y aunque le fue advertida la lección
Ícaro se derrumbó, se derrumbó. Volaré bajito a ras del suelo,
como pluma el viento me llevará
sin perder de vista el horizonte,
como pluma el viento me llevará.

Y ahora yo que soy pequeño gorrión
y quiero el nido abandonar;
siento que no puedo estar ya más aquí,
llegó la hora de partir.

Más aunque al este no nazca el sol,
y las aves de invierno no emigren al sur,
sé que habrá un viento cálido más
para dejarme llevar, dejarme llevar.