En cada alborada


Princesa que tanto me has hecho pensar,
culpable de mil madrugadas y algún despertar
sintiendo que a ciegas te escapas y yo voy detrás.

Ojitos brillantes que dejan entrar
pasito a pasito a los mios y luego al final,
se llenan mis hombros de lágrimas que he de secar
con besos y abrazos,que luego se irán.

Porque no quiero volver
a ser el perro más fiel
para que luego me digas
que tú no querias

Hacerte la dueña
del tarro de miel
que endulce mi vida
de noche y de dia.

Tanto te queria
que el calor de mis abrazos
se fue aciendo tibio
de ver que lo tuyo y lo mío
se hacía pedazos

¡Qué tonto!
¡Si nunca hubo nada!
Recé por tus besos
en cada alborada

Hasta darme cuenta
que Dios no me oía;
tu amor era de otro
y yo lo queria
para mí;
daría
todo lo que tengo
por tenerte a ti.

Y ¿Qué podemos hacer?
si lo tuyo y lo mío no va a poder ser

Que el tiempo se nos va y
dime tú,
¿Qué podemos hacer?
¡Podríamos follar
hasta dejarnos de querer!

Perdona bonita
por la grosería,
me pongo nervioso
y mi lengua se afila.

Tanto te queria
que el calor de mis abrazos
se fue aciendo tibio
de ver que lo tuyo y lo mío
se hacía pedazos

¡Qué tonto!
¡Si nunca hubo nada!
Recé por tus besos
en cada alborada

Hasta darme cuenta
que Dios no me oía;
tu amor era de otro
y yo lo queria
para mí;
daría
todo lo que tengo
por tenerte a ti. .