Otro martes


No me hace falta comprobar el fin,
me quedo porque no sé que hago aquí…
ni como salir, ni como entré,
ni donde está el último tren.

No me pongo coronas de laurel,
ya se que ser el malo es mi papel…
no pidas un principe azul
que me destiño y sobras tú.

Te esperaré de pié cuando ya sólo queden
las ruinas de un cuento y dos besos amargos que no pude dar.
Ahora este es mi lugar o al menos lo parece,
no sé si mañana cuando me despierte sabré aterrizar…

Y volveré soñarte cuando pueda pensar,
cuando el humo se aclare…
Y volveré a pensarte cuando quiera soñar
contigo en otro martes.

Me estoy haciendo viejo y cada vez
se me hace más difícil entender…
que cuanto más me das, más quiero que te vayas,
y que no vuelvas nunca más.

No te pongas tan cerca porque muerdo
y luego si te he visto no me acuerdo…
cuando salí del bar no recordaba nada,
sólo el sabor a soledad.

Se me olvidó volar a solas con mis sueños,
volver a la cama abrazado a la almohada y a alguna canción.
No me hace falta el fin, no me hacen falta espejos
que siempre se rompen cuando ven mi cara manchada del sol…

Y volveré soñarte cuando pueda pensar,
cuando el humor se aclare…
Y volveré a pensarte cuando quiera soñar
contigo en otro martes.

Pero al final me siento solo y hace tanto frío aquí
que me tapo con tu ombligo y me arrepiento antes del fin.

Y volveré soñarte cuando pueda pensar,
cuando el humor se aclare…
Y volveré a pensarte cuando quiera soñar
contigo en otro martes.