Vampira


Llega la noche a solas
sin avisar.
Entra en mi cuarto sin hablar
como un susurro frío
cae sobre mí
brisa que esconde un huracán.
Y eres tú, sólo tú,
me liberas y me das
la luz de la noche.

Me miras, vampira,
ya siento en mis venas tu palidez.
Me inspiras, vampira,
y caigo al abismo que hay en tu piel.

Ave de madrugada,
llévame ya.
A que me den tus alas libertad.
Porque tú, sombra y luz,
luna llena de ansiedad
desgarras mi aliento.

Me miras, vampira,
ya siento en mis venas tu palidez.
Me inspiras, vampira,
y caigo al abismo que hay en tu piel.
Me miras, vampira,
respiras en mí tu inmortalidad.
Me inspiras, vampira,
confundes mi piel y mi realidad.

Y eres tú, eres tú...

Me miras...