Mi historia entre tus dedos


Yo pienso que
no fueron tan inútiles
las noches que te dí.

Te marchas y qué,
yo no intento discutírtelo,
lo sabes y lo sé.

Al menos quédate solo esta noche,
hasta que lo comprenda, estás segura.
Tal vez es que me voy sintiéndo solo,
porque conozco esa sonrisa, tan definitiva.
Tu sonrisa que a mi mismo, me abrió tu paraíso.

Se dice que,
por cada hombre
hay una como tú.

Pero mi sitio,
lo ocuparás con alguno,
igual que yo... mejor, lo dudo.

¿Por qué esta vez agachas la mirada?
Me pides que sigamos siendo amigos.
¿Amigos para qué? ¡Maldita sea!
A un amigo lo perdono, pero a tí te amo.
Pueden parecer vulgares, mis instintos naturales.

Hay una cosa que yo no te he dicho aún,
que mis problemas sabes que se llaman tú.
Solo por eso, tú me ves hacerme el duro,
para sentirme un poquito más seguro.

Y si no quieres ni decir en qué he fallado,
recuerda que también a tí te he perdonado.
Y en cambio tú, dices "Lo siento, no te quiero"
y te me vas, con esta historia entre tus dedos.

¿Qué vas a hacer?
Buscar una excusa,
y luego marcharte.

Porque de mí,
no deberías preocuparte,
no debes provocarme.

Que yo te escribiré un par de canciones,
tratando de ocultar mis emociones.
Pensando, pero poco en las palabras,
te hablare de la sonrisa, tan definitiva,
tu sonrisa que a mi mismo, me abrió tu paraíso.

Hay una cosa que yo no te he dicho aún,
que mis problemas sabes que se llaman tú.
Solo por eso, tú me ves hacerme el duro,
para sentirme un poquito más seguro.

Y si no quieres ni decir en qué he fallado,
recuerda que también a tí te he perdonado.
Y en cambio tú, dices "Lo siento, no te quiero"
y te me vas, con esta historia entre tus dedos.